martes, 6 de agosto de 2013

Héroes y Villanos

Este post es un preludio a una sección que llamaré Recordando la NBA en donde haré énfasis en la década del 90. Pero quise expresar en palabras que pasaba por mi cabeza en aquellos años que me llevó a amar la NBA. Fue una de las épocas más maravillosas de la NBA a mi entender. Obviamente esta visión esta sesgada porque la viví cuando era chico y a la luz de mis ojos estos partidos eran épicos. Era una batalla entre Héroes y Villanos.




La forma de vivir aquellos partidos transcurría en creer que el Rey, el único, el héroe Michael Jordan y con su ladero Scottie Pippen en un rol, de Robin, iban a terminar de alguna manera con los villanos representados en la figura sea de Malone, Stockton, Kemp o Payton. Literalmente llegaba odiar al cartero, que solo la ventaja de los años, pudo enseñarme la dimensión de su figura.

Aquella dinastía de los Bulls era en mi cabeza una especie de liga de la justicia. Cuando las cosas se complicaban siempre aparecía alguno héroe para poner orden. Ahí estaba el todopoderoso gusano Rodman para pelear cualquier rebote. Sabía que iba a dejar la vida por conseguirlo. ¿El rival se acercaba o alejaba en el marcador? No importa, pásenle la pelota a Steve Kerr quien Desde Saturno (sí, con el relato de Ernesto Jerez) iba a poner las cosas en su lugar.



Ese desarrollo que en mi cabeza se configuraba entre héroes y villanos magnificaba las figuras y el show. Cada miércoles de NBA era una cita a presenciar una "batalla" (en el buen sentido y no en el actual) en donde aquellos personajes peleaban por estar un paso más cerca de los playoff.  No importaba el horario. A pesar de los retos de mi vieja para que apagara el televisor porque al otro día había que ir al colegio, nada importaba a la hora de acompañar a aquella liga de la justicia.

De miles de imágenes se me viene el momento de temor cuando recibimos la noticia de que MJ23 tenía 39 de fiebre antes de la final. Confiaba muchísimo en Pippen, Rodman, Kerr y compañían. Pero tenía que ser sincero, era el líder el que estaba en peligro. Y con algo de vergüenza reconozco que dude. Sin saberlo mis ojos estaban ante uno de los más maravillosos momentos de la historia del deporte en general. Un 11 de Junio de 1997 Michael Jordan,  el héroe, disputó aquella final con 39 de fiebre anotando 38 puntos.



La final de 1998 tuvo sentimientos encontrados en mí. La alegría de festejar una victoria más de aquella liga de la justicia que tantas sonrisas me había regalado y el duro golpe de la realidad de saber que era la última batalla. Aquellos heroes que en mi cabeza eran eternos la dura realidad se encargo de mostrarme que eran humanos. No entendía que había llegado el final. Una era culminaba.

Juro que me enoje. Me prometí a mi mismo que no iba a mirar más NBA. Los villanos habían ganado. ¿Quienes podían detenerlos? Como no podía cumplir con mi promesa, miraba de reojo y solo conseguía más enojo. Veía a los Bulls, mi liga de la justicia, ser demolidos noche tras noche para terminar con solo 13 victorias. Mi cabeza no entendía como Jordan no volvía al rescate como lo hizo en 1995. ¿Por qué ahora era distinto? Simplemente no encontré respuesta. Pero bien sabía que no podía enojarme con aquel que con hechos me había enseñado que los límites están ahí para romperlos. Y que muchos años después me explicó con palabras que "Nunca digas nunca. Porque los límites, como el miedo, a menudo son sólo una ilusión"




Sucedió que crecí y fui aceptando las cosas. Empece a entender la NBA como un juego más terrenal y abrí la cabeza. Entendí que había muchos equipos que mirar. Ahora serían jugadores y ya no serían batallas sino partidos entre franquicias. Pero para mi sorpresa la magia del juego seguía intacta y bastaron un par de juegos para volver a tenerme los miércoles de NBA prendido a ESPN. Pero en mi cabeza siempre quedará el recuerdo de aquellas batallas entre Héroes y Villanos que puso los cimientos por los cuales amo este juego.




2 comentarios:

  1. Muy buen post, me parece que varios compartimos estos pensamientos (aunque para mi Payton y Jordan tenían los roles invertidos). Para todos los que somos futboleros y sentimos la pasión de un único club (y los demás que ardan en el averno), es lindo poder disfrutar de otro deporte más allá de quien gane. Con respecto a poner los '90 en un pedestal, es en realidad algo que puede sostenerse objetivamente, claramente la NBA decayó en los 2000, pero ahora esta levantando muchísimo para mi gusto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Gracias Petru! Creo que das en el punto con el tema de poder disfrutar de otro deporte más allá del resultado. Nosotros venimos de un país extremadamente futbolero en donde defender los colores de un club es todo y, aveces, esto obnubila. No te deja ver que se puede disfrutar del deporte en sí.
      Con respecto a lo otro comparto con vos. Está levantando mucho el nivel y creo que veremos cosas mejores en los próximos años.
      Abrazo grande!

      Eliminar