¿Qué pasa con OKC?

El partido 3 de la serie entre Oklahoma City Thunder y Memphis Grizzlies se pareció demasiado al juego 2, tal vez mucho más de lo que debería haberse parecido. Errores que se van repitiendo en OKC comienzan a ser algo más que una piedra en el zapato, remontadas con coraje sobre el final que no tienen su premio con el partido y una situación que despierta algo de nerviosismo entre los fanáticos. En el post de hoy analizamos un poco que ocurre con el Thunder.

Scott Brooks pasó los días previos al partido declarando que el ajuste principal que tenía que hacer el equipo era simplemente jugar mejor. Creo que el entrenador tiene varios cosas para replantear de cara al juego 4. La ofensiva fue peor y lo poco que se puede rescatar es el esfuerzo fenomenal del último cuarto para remontar la diferencia de 17 puntos. A falta de 57 segundos el partido estaba empatado en 81, Tony Allen consigue revertir la sequía y anota cuatro puntos consecutivos.

¿Cómo sigue la secuencia? Obviamente como diría J.G. "OKC tiene ese no sé qué" y consigue, nuevamente, un triple y falta para empatar el partido esta vez en manos de Westbrook. La bocha final queda en manos de Durant con 2.4 segundos pero la lámpara no parece querer dejar salir al genio en estos dos últimos juegos para salvar el partido. El tiempo extra desenmascaró una vez más los problemas que vienen acechando a OKC hace un tiempo.

El último minuto del partido fue un compendio de malas decisiones de un grupo de jugadores que a esta altura no puede acusar falta de experiencia como excusa. Westbrook prueba con un triple siendo defendido de cerca y como podemos ver en la siguiente imagen Ibaka estaba solo abajo del aro.

Fuente: SB Nation

Consiguen el rebote ofensivo y la bola vuelve a Durant que prueba otro triple cuando estaba marcado bien de cerca. No hubo plan de juego, no hubo desarrollo de jugada para dejar abierto a alguno de los Thunder, simplemente hubo ganas de aparecer en la página principal de los portales de Internet como el hombre del partido.

Se entiende que Westbrook y Durant en particular son dos estrellas que atraen la mayoría de la ofensiva de Oklahoma pero cuando entre ambos se combinan para una efectividad de 19-53 y toman el 61% de los intentos del equipo debe haber respuestas en otro lado. ¿La cantidad de asistencias? Solamente 13 cuando el promedio de la temporada es de 18.3. La famosa segunda unidad tampoco tuvo respuesta con un magro 4-18 de tiros de campo completando 9 puntos contra los 34 del banco de Memphis. La estadistica de la noche fue el magro 5-28 en tiros de tres.

Párrafo aparte merece lo de Brooks. No hubo cambios con respecto al juego 2. Los mismos errores y el caos táctico del final del partido es directamente culpa del técnico. Ha llegado hace varias temporadas a OKC y nunca pudo conseguir una ofensiva más ordenada. Hasta el juego de las estrellas se habían intentado varias ofensivas estacionadas que fueron desapareciendo del mapa hacia el cierre de la temporada regular. Aquellos jugadores jóvenes que tuvieron buenas actuaciones al comienzo del año fueron perdiendo minutos con el correr de los meses. ¿Jeremy Lamb que puede convertir tiros Desde Saturno? Vio incrementar sus minutos pero en el banco. ¿Adams que tuvo un buen juego 1? Consiguió la excelente cantidad de 0 minutos en este partido. Muchas cosas para corregir que simplemente jugar mejor como declaró Brooks.

¿Quiere decir que todo está perdido? ¿Quiere decir todo esto que se terminó la temporada de Oklahoma, que hay que despedir a Brooks y reamar el equipo? De ninguna manera. El objetivo es recuperar la ventaja de campo y eso puede suceder todavía en el juego 4 que ahora tiene una importancia suprema. Si pierden el juego del sábado la serie se pondrá 3-1 en favor de Memphis y se complicará demasiado la situación. Sabíamos que la serie iba a ser difícil y de hecho muchos analistas ponían antes del inicio a Oklahoma como ganador en 6 juegos. Confío plenamente que en OKC saldrá extremadamente concentrado al juego del sábado y ahí comenzará otra historia.